Colom dice que sólo muerto dejará el poder en Guatemala

à lvaro Colom

Socialdemocracia y corrupción, dos caras de la misma moneda

«Yo de esta casa de Gobierno me voy sólo muerto», así de tajane fue el presidente Colom a la española Agencia Efe que le entrevistó para saber sus impresiones tras el impacto social que el vídeo denuncia póstumo del abogado Rodrigo Rosenberg ha tenido en toda la nación. Todos los expertos consideran auténtico el vídeo, grabado por un periodista amigo de Rosenberg y crítico con el Gobierno, al que también acusa de corrupción. Tanto detractores como partidarios del presidente Álvaro Colom toman las calles de las principales ciudades guatemaltecas, mostrando así un estado cada vez más tenso en el seno de una sociedad política cuyos niveles de corrupción, violencia estatal y criminal y pobreza han aumentado considerablemente en los últimos años.

Rafael Espada, vicepresidente del Gabinete Colom, pidió ayer la unidad de los guatemaltecos ante la ola de desencuentro colectivo que azota la nación, y afirmó ser hombre de unidad, y no de partido, al igual que el presidente Colom, afirmando su compromiso con la Ley, la Constitución y el Estado de Derecho (como si sólo una democracia burguesa de mercado pletórico fuese un Estado de Derecho). Espada condenó los asesinatos de Jalil Mussa y su hija, ocurridos en abril, así como el de su abogado, Rodrigo Rosenberg, cuyo vídeo denuncia ha servido como resorte para que los opositores al Gabinete Colom se atrevieran a salir a la calle con mayor contundencia. Teniendo en cuenta que Espada, según ley constitucional, sustituiría a Colom en la presidencia de Guatemala. Y aunque, supuestamente, deba fidelidad al Presidente, no es inconcebible que aproveche la situación para jugar sus cartas y conseguir el puesto de mandatario supremo de Guatemala. En todo Gobierno corrupto, cuando hay resquicios para el arribismo, hasta los amigos se convierten en enemigos.

Espada afirmó que las acusaciones de Rosenberg eran muy serias, no ya contra personas (instituciones) de poder en Guatemala, sino contra las instituciones gubernamentales, jurídicas y administrativas de la nación política centroamericana. Rosenberg acusó a Colom, a su esposa Sandra Torres, y al secretario privado de la presidencia, el señor Gustavo Alejos, de ser los instigadores de su asesinato, producido en calles de la capital, Ciudad de Guatemala, mientras hacía deporte, al ser abatido a tiros desde un coche ocupado por sicarios pagados, supuestamente, por el Gobierno. Rosenberg afirmó tener pruebas que incriminan de manera particular a la esposa de Colom, Sandra Torres, en la participación de negocios ilegales relacionados con el Banco de Desarrollo Rural, el más importante de Guatemala. En el Banco de Desarrollo Rural (Banrural), participó Jalil Mussa, el cual al conocer estos casos de corrupción gubernamental, se negó a encubrirlos, ya que se trataba de movimientos líquidos de millones de dólares estadounidenses fuera de la Ley. Por ello, según Rosenberg, tanto él como Mussa y su hija, han sido asesinados, para que no se desvelara la verdad de esa corrupción, una corrupción, por otra parte, inseparable de la democracia de mercado pletórico como sistema político.

«Yo no he asesinado a nadie, yo no soy narcotraficante y nunca he hecho componendas contra la oposición la verdad sobre el asesinato de Rosenberg se va a encontrar», palabras de Álvaro Colom, no olvidemos, socialdemócrata. ¿Qué pasa con la socialdemocracia en la Hispanidad, que allí donde gobierna no hace no más que fabricar basura?