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Bajo la ficción diplomática más fabulosa ha tenido lugar la
Obama, Harper y Calderón se reúnen en Guadalajara para hablar de todo y de nada
Miércoles 12 de agosto de 2009, por ER. México
Un estado imperial con bomba atómica y energía nuclear, Estados Unidos, representado por Obama, y dos estados de segunda y tercera división y sin bomba atómica, Canadá y México, representados por Harper y Calderón, se reunieron en las pasadas horas bajo el pomposo rótulo de Quinta Cumbre de Líderes de América del Norte, ficción diplomática con la que el emperador mulato hubo de encontrarse con sus homólogos en Guadalajara México.
De la reunión prácticamente no hubo noticia relevante, salvo la declaración conjunta en la que los tres "líderes" toman distancia del conflicto de Honduras para remitir el expediente a los organismos internacionales, en este caso la OEA (otra ficción diplomática que es igual a cero frente al arsenal militar norteamericano), para que pueda darse, en caso de que sea esto posible, una solución "democrática" y con apego al derecho internacional y los derechos humanos.
Llamó la atención también la declaración de Obama en la que mostró su extrañamiento, hipocresía dijo, ante las críticas que muchos han hecho a la tibieza de su administración -se refería a las declaraciones de Zelaya hechas en México, y que ER.México consignó en su nota anterior, sobre la falta de decisión de Estados Unidos para contribuir a la solución del conflicto-: según Obama, es de todo punto contradictorio -y de hecho lo es, he ahí la cuestión que hemos aquí señaladao- que quienes han mantenido siempre una crítica ideológica anti-norteamericana, signada por la crítica humanista al intervencionismo militar que a lo largo de su historia ha caracterizado a Estados Unidos en tanto que imperio occidental realmente existente, y a la luz de cuyos designios hubo de apoyar a todas las dictaduras anti-comunistas en Hispanoamérica durante la guerra fría -y algo se fragua en el presente contra los regímenes nacional populares que son criticados desde el liberalismo democrático como populistas; otra cosa es el indigenismo, que consideramos desde ER.México como uno de las más graves derivas ideológicas en el que están incurriendo este tipo de procesos políticos-; es contradictorio, dijo pues Obama, que estas voces críticas anti-norteamericanas pidan ahora que Estados Unidos, su supuesto enemigo imperialista, tome el papel imperialista para que, en efecto, pueda solucionarse el conflicto de Honduras (que ha sido manejado, con un panfilismo notable, como un "tremendo golpe de Estado" contra la democarcia hondureña).
Se trata de una contradicción en la que unos y otros, Obama, Zelaya y compañía y líderes democráticos alrededor del mundo que han "condenado el golpe", no pueden dejar de incurrir en el momento en que participan todos por igual de otra ficción política fundamental: la de que el Estado es una entidad armónica cuya vida interna puede tener un curso sin violencia y sin conflicto, pues todo ha de ser resuelto con diálogo democrático, bien sea nacional, bien sea con la ayuda internacional.
Porque Obama, aunque muestra su extrañamiento liberal, al deberse a los intereses geopolíticos norteamericanos, no tiene más que mantener la línea de ataque militar activa y alerta para actuar en el momento que la dialéctica política lo requiera -tal es el caso de lo que está sucediendo en estos momentos con Colombia-, y más vale que alguno de los jefes de Estado hispanoamericanos tenga claro lo que implicaría una escalda militar que, en el límite, pueda llevar a una conflagración bélica regional e internacional.
Pero en definitiva, la Cumbre, además de mostrar la debilidad internacional objetiva de México y la pequeñez política de Calderón (sin discurso propio, sin doctrina ideológica clara, sin temple político), no fue otra cosa que una puesta en escena diplomática detrás de cuyos bastidores han de haber sido tomadas decisiones de inteligencia y estrategia que pueden acaso tener relevancia, pero que no han sido por tanto públicas en tanto que forma parte, como bien sabemos, de las arcana imperi más elemental.