Primera salida: Gerardo Fernández Noroña renuncia al PRD

’Yo creo que va a desaparecer el PRD de verdad. Yo no le veo futuro, no le veo ninguna posiblidad. La gente está muy irritada por lo que está haciendo esa burocracia corrupta’, fueron las palabras que Gerardo Fernández Noroña, hasta esta tarde miembro del PRD, ofreció a medios radiofónicos a la luz de la renuncia que hizo efectiva al punto del medio día.

La de Fernández Noroña es la primera salida importante que, a un par de días de que Jesús Ortega tome protesta como nuevo dirigente del PRD, da señal del despeñadero hacia el que se dirige el partido que, habiendo nacido como fruto de una lucha política revolucionaria y socialista, ha quedado en manos de una caterva de imbéciles, analfabetas y oportunistas de la calaña de Jesús Ortega (un pobre diablo de nivel intelectual similiar al de Vicente Fox) y Guadalupe Acosta Naranjo, dirigente que le reservó la silla por unos mesesillos.

’Tolerar esa pseudo dirección al frente del partido, es asumir que se está de acuerdo con su política de reconocimiento del gobierno de facto y de la entrega de PEMEX a las trasnacionales del petróleo’, apuntaló Fernández Noroña en entrevista radiofónica.

Gerardo Fernández Noroña es considerado como uno de los militantes radicales del PRD en tanto que sus actuaciones, además de polémicas, están marcadas por la valentía de quien no se arredra en los momentos en que es preciso enfrentar físicamente tanto al Estado Mayor Presidencial o a la Policía Federal Preventiva en manifestaciones de repudio al gobierno de facto de Felipe Calderón.

Sociólogo por la UAM-Azcapotzalco, la incomodidad de Fernández Noroña aumenta en proporción directa a la capacidad dialéctica que lo asiste en los momentos en que tiene que intervenir en debates televisados en donde muestra mayor potencia conceptual y más claridad y elocuencia que muchos de los diputadetes pusilánimes -de esos a los que les gusta mucho la política- que, sin causa ni mayor razón de estar ahí, como miembros de la clase política, más que la derivada de su mediocre ambición de poder, quedan opacados ante el reflejo de su propio enanismo.

Mientras esto sucede, Marcelo Ebrad, jefe de gobierno del DF, desconocemos bien a bien a razón de qué clase de desesperación, ha tenido la simpática ocurrencia de aparecer durante toda la semana en un nefasto programa de chisme farandulero de Televisa en donde, forzando al máximo la sonrisa entre la preparacion de galletas y el comentario sobre la telenovela del momento, comparte el set de filmación con los cretinos que conducen el programa Hoy, uno de los numerosos productos de tele-basura fabricada con la que Televisa cumple al pie de la letra las premisas con las que el filósofo ateo Benito Espinosa definió las características de un régimen despótico:

’el supremo misterio del despotismo, su soporte principal, es mantener a los hombres en un estado de engaño, y bajo el especioso título de religión (o de diversión y entretemiento, diríamos ahora, ER.México), encubrir el miedo con el que tiene que mantenerlos a raya para que luchen por su servidumbre como si lo hicieran por su salvación’.

En efecto, como bien dice Fernández Noroña, tanto el PRD como la izquierda política mexicana misma, salvo por la firmeza que sólo mantiene López Obrador, parece estar llamada a sucumbir en el más escandaloso despeñadero de la historia.