Se entrega Gastao Salsinha

José Ramos Horta

Aparentemente duda de todo y de todos

Tras la rendición de Salsinha y sus hombres, Ramos Horta afirmó que lo perdonaba como cristiano y como ser humano. «Pero como presidente, debo garantizar que el acusado responda ante la justicia», dejando de lado cualquier veleidad ética que pudiera entorpecer la cuestión política.

Asimismo, los acusados, «tendrán que explicar al tribunal el por qué de su acción del 11 de febrero, quién les dio armas, uniformes, dinero, medios de comunicación, a lo largo de todos estos meses», según comunicó Ramos Horta.

Y es que el asunto más oscuro continúa siendo quién organizó el atentado del 11 de febrero contra José Ramos Horta y el Primer Ministro Xanana Gusmao.

¿Bailando con su enemigo?

Sin embargo, al cúmulo de rumores y especulaciones se le suma un detalle si acaso aún más extraño: las autoridades de Timor Oriental ofrecieron una fiesta [sic] a Salsinha y sus doce seguidores implicados en los atentados contra Ramos Horta y Xanana Gusmao. Aún vestidos con sus uniformes militares, bailaron y bebieron con miembros de la Policía y del Ejército en su cuartel en la capital Dili. Asimismo, contemplaron las imágenes televisivas en las que Salsinha declaraba entregarse «a la justicia y no al gobierno».

Gastao Salsinha

Sus captores bailaron y bebieron con su enemigo

Estos hechos han indignado a los miembros del partido opositor Fretilin, que considera han sido un mensaje erróneo a los timorenses, y que refuerzan aún más las dudas sobre el ataque, que el propio partido señaló a propósito del ataque sufrido por Gusmao, del que salió ileso.

Salsinha fue conducido hasta el Palacio de Gobierno en Dili. A su llegada, fue recibido junto a sus hombres por el viceprimer ministro José Luis Guterres, manteniendo una reunión a puerta cerrada cuyos contenidos permanecen desconocidos. Más misterio aún para un caso que permanece con demasiados puntos oscuros que no terminan de aclararse.