Protestas en Indonesia por ley contra la pornografía

Cinturón de castidad

En Indonesia, como en todos los países musulmanes, todo lo relacionado con el sexo es perseguido

«La ley amenazará la unidad nacional. Debemos seguir luchando para rechazar la aprobación de la ley», según afirmó Gusti Kanjeng Ratu Hemas, esposa del sultán de Yogyakarta, una provincia monárquica de la isla de Java, centro del arte indonesio.

La ley contra la pornografía, que pretende proteger a los jóvenes del «material erótico y los actos lascivos», ha sido propuesta por un pequeño grupo de partidos islámicos de Indonesia, un país mayoritariamente musulmán, por mucho que en las instituciones se declare laico.

Etnias y monarquías contra el Islam

El plan ha sido condenado por grupos minoritarios del país, incluyendo a los naturales de Bali, que son de origen hindú, así como por los cristianos y algunos grupos tribales con atavíos tradicionales cercanos a la desnudez.

Un conglomerado más étnico que político que pretende solidarizarse ante un tercero, el Islam, que sumerge a los pueblos que lo sufren en el oscurantismo de la Edad Media. Desgraciadamente, no existe una fuerza política racionalista capaz de holizar tan discordante grupo de gentes, herederas de los restos del imperio depredador inglés y víctimas ahora del imperialismo musulmán.

Hasta ahora, los legisladores no han aprobado la ley, que lleva unos tres años en discusión y se ha suavizado respecto a su forma original, dada la tradición secular de enfrentamientos religiosos en Indonesia, con el Islam como fuerza mayoritaria impuesta a sangre y fuego sobre las demás.