Oviedo: ex-golpismo ético a las elecciones.

Lino César Oviedo

Aqui lo vemos con su uniforme ético

Las malas lenguas afirman que cuanto más éticos se dicen, menos ética parecen aplicar. La Unión Nacional de Colorados Éticos —que así se hacen llamar como si los únicos éticos fueran ellos— tendrá como aspirante a presidente de la República al ex-comandante y ex-golpista Lino César Oviedo quien ha formalizado ya su candidatura.

No parece por tanto que la ética sea incompatible con el golpismo ni con toda una jerga que la UNACE utiliza como definición ideológica: «defensa de la democracia, reconocimiento de la dignidad de la persona humana, y la ética en el accionar político busca la liberación del hombre de toda forma de opresión, y a nivel interno y nacional le da un valor sustantivo, entendiendo que todo gobierno podrá tener una única legitimación cuando es producto del sufragio», todo esto unido a la militancia de Lino C. Oviedo en la entitulada Misión de Paz , que según la propia web de Oviedo sería «donde las tres religiones monoteístas, Cristiana, Judía y Musulmana, juntas comenzarían un camino de la paz» ingenúo objetivo de este conciliábulo de archimandritas éticos que cuenta entre sus filas a consejeros-presidentes con los más pintorescos cargos: «Presidente de Solidaridad Mundial entre Naciones, Pueblos y Culturas» (Francisco López y Diez), «Vicepresidente segundo de Solidaridad Mundial» (Carlos Fortunato Peralta), «Presidente del Tríalogo de Roma» (Julio Andreotti), y así un largo etcétera de cargos metafísicos copados por pequeñoburgueses aburridos sin otra cosa mejor que hacer.

Adalid del nepotismo ético —ha colocado en las listas electorales a sus hijos— fue condenado a diez años de cárcel por golpista. Lino. C. Oviedo consiguió recientemente que la Corte Suprema de Justicia revisara los cargos y lo absolviera despues de que la mano del presidente protestante Nicanor Duarte y su Partido Colorado se inmiscuyera a su favor. El objetivo era dividir a la oposición y evitar así que el ex-obispo Lugo venza en las próximas elecciones.

Paraguay puede mostrar a los iberoamericanos cómo la derecha se disfraza con discurso eticista, metafísico y pluralista religioso. Un discurso que es intrínsecamente perverso pues esconde, bajo su verborrea, oscuros intereses bien lejanos a esa «ética» que con tanto furor proclaman.