Medio siglo de serpientes, coletazos y ratas

Símbolo de ETA

Organización de hombres de paz que se ha integrado en el putrefacto sistema democrático español

Y es que los consensos constitucionales de 1978 provocaron la fragmentación de España, principalmente desde posiciones católicas aggiornatas, del Concilio Vaticano II, que veían en el Estado que había fortalecido Franco un peligro para sus posiciones clericales. ETA nació, al igual que el grueso de nuestra clase política, en un seminario. Ergo, ETA es el sistema, y la partitocracia organiza ceremonias de condena después de cada asesinato, como el último ocurrido en Baleares, para luego volver a sus escaños de funcionarios-diputados, o incorporarse a sus vacaciones, como si nada hubiera sucedido.

El nuevo gobierno vasco, el ilusionante gobierno del cambio, habló mucho de libertad, de firmeza, y de luchar contra la violencia. Pero no mencionó ni una sola vez a España, a los crímenes practicados por ETA contra España.

Y es que no sólo el cínico PSOE que gobierna en el País Vasco, sino sobre todo el Partido Popular, siempre afectado de debilidad y tibieza en sus posiciones políticas, es el culpable de esta situación ya secular, por apoyar el autonomismo y creérselo, pese a defender de boquilla posiciones de defensa de España.

El PP vasco apoyó al citado gobierno en base al cambio y la expulsión del nacionalismo. Pero no se trató de un acuerdo formal y escrito en firme, sino de un apoyo puntual, que no excluía canalladas como el apoyo del PSOE al PNV para que siga al frente de distintas juntas forales en el País Vasco. Pero no se han resistido para formar un frente patriótico auténtico, que a lo sumo sería mofa de personajes tan deleznables como los que escriben en la prensa basura socialdemócrata, pero nada más.

No nos engañemos. La única forma de formar un gobierno verdaderamente patriótico en toda España es atendiendo a estos puntos:

1) Revocación de la orden del Congreso que autoriza al gobierno a negociar con ETA.

2) Derogación del Pacto del Tinell que perpetúa el dominio del imperialismo catalán.

3) Acuerdo de los dos grandes partidos para expulsar al nacionalismo de las instituciones de gobierno españolas.

Todo lo que no sea cumplir con estos tres puntos es mantener una complicidad objetiva con el terrorismo etarra, con esa amenaza nacionalista que siempre está dando «coletazos» mortales contra la Nación Española.