La organización
Unidos por la Paz y la Justicia, que agrupa a más de un millar de asociaciones pacifistas de diversa procedencia, convocó el sábado 27 en Washington una manifestación para pedir el regreso inmediato de las estadounidenses en Iraq. Según los organizadores asistieron a la convocatoria unas 400.000 personas; la policía no dio datos oficiales pero se han filtrado números que rondan los 20.000. Protestas similares convocadas para otras grandes ciudades han tenido mucho menor éxito. La Casa Blanca se ha limitado a ofrecer un breve comunicado donde se vuelve a pedir margen de maniobra para la nueva estrategia. Algunos actores conocidos, como Jane Fonda, celebrada por su oposición a la Guerra del Vietnam, junto con veteranos de la Guerra de Iraq, fueron los encargados de leer los manifiestos. De nuevo, el énfasis se puso en las muertes de los propios soldados americanos, y no se ofreció ninguna alternativa para una salida de Iraq que evite el suicidio político del Imperio USA. Hubo una contra-manifestación en apoyo de la administración Bush y llamando a ofrecer una imagen de unidad frente al enemigo, en estos
momentos cruciales para la historia y de fuertes atentados y peligrosos movimientos por parte de Irán. Respecto éste país, Bush dio permiso de disparar a agentes iraníes que amenazaran intereses norteamericanos en suelo iraquí, pero ha aclarado que no se planea ningún tipo de acción bélica.